Neuromodulación
Innovación
Unidad de Neuromodulación Cerebral
Técnicas de Estimulación Cerebral No Invasiva
Contamos con una Unidad de Neuromodulación Cerebral única en Euskadi, un nuevo método para tratar enfermedades neurológicas y psiquiátricas.
En esta última década las técnicas de estimulación cerebral no invasiva (ECNI) están ocupando un papel cada vez más relevante entre el arsenal terapéutico del que disponemos para tratar los problemas motores, cognitivos y conductuales que padecen las personas con daño cerebral.
Existen dos técnicas de tratamiento de estimulación cerebral no invasiva: La Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva (rTMS) y la Estimulación Transcraneal con Corriente Directa (tDCS).

Estimulación Magnética
Transcraneal (rTMS)
La Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva (rTMS) es una técnica no invasiva aprobada por la Food Drug Administration (FDA) desde el 2008. Es una nueva técnica de neuromodulación o neuroestimulación cerebral para el tratamiento de trastornos psiquiátricos como la depresión resistente, ansiedad, depresión bipolar, trastorno de estrés postraumático y abuso de sustancias, entre otras, y de tratamiento para enfermedades neurológica como la enfermedad de Parkinson o el Ictus, además de otras patologías como la migraña, el dolor crónico o neuropático y los acúfenos.
La estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS) constituye una realidad terapéutica en la rehabilitación postictus, ya que confiere efectos neuroprotectores, incidiendo favorablemente en la modulación de la neuroplasticidad (NP), ayudando así al cerebro en su capacidad para readaptar circuitos neuronales y, con ello, la restauración y adquisición de nuevas habilidades compensatorias. Los diferentes estudios realizados han demostrado la mejoría de los trastornos motores, la afasia, la disartria, la disfagia orofaringea, la depresión y las dificultades perceptivo-cognitivas que aparecen en estos pacientes.
La estimulación magnética transcraneal es una técnica que permite la inducción, de forma segura y no invasiva, de una corriente en el cerebro que, aplicada de forma repetitiva, es capaz de modular la actividad cortical y provocar cambios neuroquímicos y hormonales.
En términos generales se puede decir que la TMS produce una estimulación selectiva de determinadas áreas del cerebro que, en función del protocolo aplicado, producirá aumento o disminución de la excitabilidad neuronal.
Esta técnica no invasiva induce cambios eléctricos en la transmisión cerebral, mediante un generador de campo magnético, que envía una corriente a través de una bobina colocada sobre el cráneo. Si la intensidad, duración, dirección y amplitud son las adecuadas, las fibras descendentes corticoespinales pueden excitarse y conducir impulsos, que provocarán una activación de los músculos correspondientes a la zona cortical estimulada.
Existen diferentes protocolos de tratamiento. La duración del procedimiento va a ser variable y dependerá de la patología del paciente a tratar y del protocolo empleado. Un protocolo típico para depresión refractaria suele incluir entre 10 y 20 sesiones consecutivas con una duración de entre 30 y 45 minutos. En el caso de las migrañas, el protocolo establece 3 sesiones en días alternos de unos 7 minutos. Por ello el tratamiento debe ser individualizado.
La Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva (rTMS) es una técnica no invasiva aprobada por la Food Drug Administration (FDA) desde el 2008. Es una nueva técnica de neuromodulación o neuroestimulación cerebral para el tratamiento de trastornos psiquiátricos como la depresión resistente, ansiedad, depresión bipolar, trastorno de estrés postraumático y abuso de sustancias, entre otras, y de tratamiento para enfermedades neurológica como la enfermedad de Parkinson o el Ictus, además de otras patologías como la migraña, el dolor crónico o neuropático y los acúfenos.
La estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS) constituye una realidad terapéutica en la rehabilitación postictus, ya que confiere efectos neuroprotectores, incidiendo favorablemente en la modulación de la neuroplasticidad (NP), ayudando así al cerebro en su capacidad para readaptar circuitos neuronales y, con ello, la restauración y adquisición de nuevas habilidades compensatorias. Los diferentes estudios realizados han demostrado la mejoría de los trastornos motores, la afasia, la disartria, la disfagia orofaringea, la depresión y las dificultades perceptivo-cognitivas que aparecen en estos pacientes.
La estimulación magnética transcraneal es una técnica que permite la inducción, de forma segura y no invasiva, de una corriente en el cerebro que, aplicada de forma repetitiva, es capaz de modular la actividad cortical y provocar cambios neuroquímicos y hormonales.
En términos generales se puede decir que la TMS produce una estimulación selectiva de determinadas áreas del cerebro que, en función del protocolo aplicado, producirá aumento o disminución de la excitabilidad neuronal.
Esta técnica no invasiva induce cambios eléctricos en la transmisión cerebral, mediante un generador de campo magnético, que envía una corriente a través de una bobina colocada sobre el cráneo. Si la intensidad, duración, dirección y amplitud son las adecuadas, las fibras descendentes corticoespinales pueden excitarse y conducir impulsos, que provocarán una activación de los músculos correspondientes a la zona cortical estimulada.
Existen diferentes protocolos de tratamiento. La duración del procedimiento va a ser variable y dependerá de la patología del paciente a tratar y del protocolo empleado. Un protocolo típico para depresión refractaria suele incluir entre 10 y 20 sesiones consecutivas con una duración de entre 30 y 45 minutos. En el caso de las migrañas, el protocolo establece 3 sesiones en días alternos de unos 7 minutos. Por ello el tratamiento debe ser individualizado.
Una técnica segura, efectiva y no invasiva
La rehabilitación a través de esta técnica terapéutica tiene efectos favorables en la modulación de la neuroplasticidad cerebral, mejorando así los trastornos originados por el daño cerebral adquirido y otras enfermedades neurológicas.
La Estimulación Magnética Transcraneal ofrece una serie de ventajas:
- No precisa ingreso ni preparación previa.
- Es indolora y no precisa anestesia.
- Disminuye la dependencia a los fármacos.
- Es una técnica segura.
- Estimula circuitos cerebrales específicos.
- Constituye un tratamiento alternativo al electroshock en el caso de la depresión refractaria.
Se requiere una bobina apoyada suavemente sobre el cuero cabelludo. El estímulo produce un sonido agudo que se oye como un clic y que se suele asociar con la provocación de un movimiento en alguna parte de la cara o las extremidades. Dependiendo del área de la cabeza donde se dé la estimulación y de la intensidad que se requiera, el procedimiento es completamente indoloro o produce una leve molestia por el estímulo de la piel o los músculos vecinos.
Con la EMTr, entre el 10 y el 20% de las personas estimuladas, se quejan de dolor de cabeza transitorio después de terminar. El dolor cede fácilmente con analgésicos habituales.
Existen algunas condiciones que pueden contraindicar la EMT: el uso de prótesis con componentes metálicos en alguna parte del cuerpo y muy especialmente, los marcapasos cardiacos y los implantes metálicos intracraneales; también la presencia de epilepsia mal controlada. Deberán ser adoptadas las decisiones oportunas a cada situación.
Aplicaciones terapéuticas
Enfermedades Neurológicas
Ictus, Esclerosis Múltiple, Parkinson, Alzheimer…
Otros Procesos
Dolor crónico, dolor neuropático, fibromialgia, tinnitus, migraña y otros.
Patologías Psiquiátricas
Depresión refractaria a tratamiento farmacológico, adicciones, etc.
Estimulación transcraneal
por corriente continua (tDCS)
La estimulación transcraneal por corriente directa (conocida como tDCS, por sus siglas en inglés) es una tecnología de estimulación cerebral, que aplica una cantidad pequeña de corriente eléctrica a un área específica del cerebro a través de electrodos colocados sobre el cráneo. Dos electrodos de superficie (ánodo y cátodo) colocados por encima del cuero cabelludo, administran una corriente eléctrica directa de baja amplitud (0.5-2mA), capaz de atravesar el hueso craneal y modular el área cerebral seleccionada.
Aunque el mecanismo no está completamente aclarado, se piensa que dicha corriente induce cambios en el potencial de reposo de la membrana neuronal. Dichos cambios son específicos de la polaridad aplicada, de forma que la estimulación anodal provoca una despolarización (aumento de la excitabilidad), mientras que la catodal provoca una hiperpolarización (descenso de la excitabilidad) de dicho potencial.
Los posibles efectos neuroplásticos resultantes de estos cambios de polaridad, apreciables cuando la técnica se emplea de forma repetida, parecen estar mediados por receptores N-metil-D-Aspartato (NMDA), a través de la modulación que la corriente eléctrica ejerce en sinapsis gabaérgicas y glutamatérgicas.
Esta técnica se ha empelado con éxito para el tratamiento de algunos de los síntomas más comunes que padecen las personas que han sufrido un daño cerebral, tanto en la esfera motora, como cognitiva o emocional.
Otro aspecto relevante de la técnica es su seguridad.
Los tratamientos con tDCS siguen diferentes protocolos de administración, dependiendo de la patología que se quiera abordar, pero normalmente precisan de dosis de estimulación de 10 a 20 minutos y de 10-12 sesiones hasta 30, con una periodicidad variable.
La estimulación transcraneal por corriente directa (conocida como tDCS, por sus siglas en inglés) es una tecnología de estimulación cerebral, que aplica una cantidad pequeña de corriente eléctrica a un área específica del cerebro a través de electrodos colocados sobre el cráneo. Dos electrodos de superficie (ánodo y cátodo) colocados por encima del cuero cabelludo, administran una corriente eléctrica directa de baja amplitud (0.5-2mA), capaz de atravesar el hueso craneal y modular el área cerebral seleccionada.
Aunque el mecanismo no está completamente aclarado, se piensa que dicha corriente induce cambios en el potencial de reposo de la membrana neuronal. Dichos cambios son específicos de la polaridad aplicada, de forma que la estimulación anodal provoca una despolarización (aumento de la excitabilidad), mientras que la catodal provoca una hiperpolarización (descenso de la excitabilidad) de dicho potencial.
Los posibles efectos neuroplásticos resultantes de estos cambios de polaridad, apreciables cuando la técnica se emplea de forma repetida, parecen estar mediados por receptores N-metil-D-Aspartato (NMDA), a través de la modulación que la corriente eléctrica ejerce en sinapsis gabaérgicas y glutamatérgicas.
Esta técnica se ha empelado con éxito para el tratamiento de algunos de los síntomas más comunes que padecen las personas que han sufrido un daño cerebral, tanto en la esfera motora, como cognitiva o emocional.
Otro aspecto relevante de la técnica es su seguridad.
Los tratamientos con tDCS siguen diferentes protocolos de administración, dependiendo de la patología que se quiera abordar, pero normalmente precisan de dosis de estimulación de 10 a 20 minutos y de 10-12 sesiones hasta 30, con una periodicidad variable.