En la anterior entrada al blog “No traga bien. ¿Qué le pasa?” se hace mención a la alta prevalencia de la disfagia en enfermedades neurodegenerativas y en ictus. Esta patología también está presente en cáncer de cabeza y cuello, uso de radioterapia así como en envejecimiento.
Veamos a continuación, algunas de las consideraciones a tener en cuenta en su entorno, bien sea domiciliario o residencial, para evitar o minimizar las consecuencias, tales como desnutrición, deshidratación y neumonía por aspiración.
Los tres pilares fundamentales en el abordaje de las dificultades de deglución que debemos tener en cuenta son:
Revisar y tratar la higiene oral
Numerosos estudios nos describen que en el 75% de las personas que presentan neumonía aspirativa, aparece el mismo patógeno en la cavidad oral y en los pulmones. La placa dental es el lugar donde se encuentra la mayor parte de estos patógenos respiratorios, por lo tanto, debemos de dar máxima prioridad a la higiene oral siguiendo las siguientes recomendaciones:
- Realizar una limpieza diaria de mínimo 2 veces al día.
- Asegurar una adecuada posición, manteniendo la cabeza inclinada siempre hacia abajo para evitar posibles atragantamientos involuntarios con la pasta y saliva.

- Efectuar un cepillado minucioso (alrededor de 2-3 minutos) de todas las piezas dentales por todas sus caras, sin olvidar la lengua, el paladar y los espacios entre encías y mejillas. Una lengua blanquecina será un indicador de suciedad y posibles infecciones o incluso de candidiasis oral.
- Finalizar la limpieza, pasando el hilo dental o cepillo interdental.
- Emplear enjuagues con colutorios, exceptuando a personas que presenten dificultades con el manejo de líquidos. Los colutorios más eficaces para combatir la placa bacteriana son los que contienen una concentración de un 0,2% de clorhexidina, no obstante, siempre el asesoramiento tanto del colutorio como de la pasta de dientes, ha de realizarlo su odontólogo de referencia.
- En los casos en los que exista riesgo de atragantamiento con líquidos o la propia saliva, se puede recurrir a la limpieza con una gasa envuelta en el dedo o en un palito de madera (depresor) impregnado en colutorio.

- Cabe la posibilidad de emplear cepillos dentales de dedo de venta en farmacia, que no necesitan agua y contienen flúor.

- En caso de utilizar dentadura postiza, es muy importante cepillar la dentadura, dado que la placa dental también actúa en superficies artificiales y quitarla antes de ir a dormir, depositándola en un vaso con agua, previa colocación de la pastilla limpiadora. No olvidar la limpieza de lengua, encías, paladar y espacios entre mejillas y encías.
- Acudir a su odontólogo, mínimo1 vez al año.
Vigilar la nutrición y deshidratación
La prevalencia de malnutrición en personas que presentan disfagia es muy elevada. El especialista en nutrición es la figura encargada en asegurar una correcta hidratación, evitar complicaciones nutricionales e infecciones respiratorias, adaptando la comida a las posibilidades de ingesta de cada persona según el grado de afectación de la deglución, mediante estrategias dietéticas para concentrar sus requerimientos calóricos y proteicos en su dieta habitual.
Los familiares y cuidadores de las personas con disfagia tienen un rol muy importante en este segundo abordaje. Ellos serán los encargados de elaborar los menús bajo las recomendaciones del nutricionista que les asesorarán a cerca de las distintas variables a tener en cuenta como pueden ser el aporte calórico-proteico y el tipo de consistencia, entre otros.
Las siguientes reflexiones ayudarán a dar la importancia que merece al comer y beber, siendo uno de los mayores placeres del ser humano:
- Es necesario elaborar platos atractivos a la vista de la persona que lo va a comer dado que la comida triturada no es atractiva para las personas con dificultades en la deglución. Se repiten constantemente los colores, sabores y consistencias, por lo que hacen que la persona pierda la ilusión y las ganas de comer.

- Conviene separar los ingredientes para luego triturarlos o aplastarlos y presentarlos de manera diferenciada en el plato a la vez que se le explica lo que va a comer.
- Los menús han de realizarse en función de la textura que la persona pueda tolerar. Muchas texturas son peligrosas a la hora de tragar (alimentos con doble consistencia como una menestra de verdura, sopa con fideos, leche con galletas, sandía, naranja…), por lo que hay que convertirlas en aptas y seguras.
- La ingesta de líquidos, pueden ser peligrosos y para ello tendremos que modificar su viscosidad a través de espesantes o similares, asegurando la hidratación diaria.
- Se ha de procurar que los menús sean a base de preparados de alto aporte calórico en reducido volumen.
Valorar la necesidad de realizar tratamiento rehabilitador encaminado a lograr una deglución eficaz y segura
Los fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas ayudan en el asesoramiento y tratamiento de la disfagia, orientando y trabajando sobre diferentes variables: consistencia, viscosidad, temperatura y volumen del alimento, condiciones del entorno (lugar donde se come), instrumentos con los que se come y bebe, estrategias posturales, ejercicios y/o maniobras encaminados a reducir el riesgo de aspiración o atragantamientos…
En la actualidad, la evidencia científica, apuesta por el uso de algunas de las siguientes técnicas de neurorehabilitación para ayudar a la práctica tradicional de la disfagia:
- Estimulación eléctrica neuromuscular (NMES)
- Electroestimulación transcutánea (Vital Stim…)
- Estimulación magnética transcraneal (TMS)
- Estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS)
- Estimulación asociativa pareada (PAS)
- Estimulación por soplos de aire
- Estimulación química (capsaicina)
- Estimulación eléctrica faríngea
- Estimulación transcraneal con corriente directa (tDCS)
En Neuroekin, nos sumamos a las técnicas con evidencia en neurorehabilitación, empleando en nuestro tratamiento Estimulación Magnética Transcraneal y Electroestimulación transcutánea, siempre combinados con terapia tradicional de la deglución.