El cerebro es un órgano dinámico, sensible a los cambios ambientales, tanto internos como externos. Esta plasticidad cerebral se observa también en aquellas personas que han sufrido un daño cerebral adquirido o cualquier otro tipio de disfunción que afecte al sistema nervioso. El pronóstico funcional de una persona que haya sufrido o sufra alguno de estos problemas depende, en gran parte, de que dicha adaptación se oriente a de una manera adecuada. En los últimos años, la neurociencia ha comenzado a comprender mejor estos mecanismos de plasticidad. La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una técnica no invasiva, que permite modular algunos de estos cambios neuronales de una forma segura, y que puede combinarse con otras técnicas para mejorar su eficacia.
En el Institut Guttmann, ofrecen un programa e EMT junto a logopedia intensiva para el tratamiento de las afasias. Yo misma tuve ocasión de rotar un tiempo en este hospital hace unos años y conocer al Dr.Raul Pelayo, experto en este tipo de tratamientos. En Neuroekin hemos conseguido adquirir un equipo de EMT para poder facilitar este tratamiento médico avanzado que ofrece resultados clínicos en la recuperación de la afasia y también a nivel motor.
La Afasia
La afasia, es la pérdida de capacidad para producir o comprender lenguaje debida a lesiones en áreas del cerebro especializadas.
En las mayoría de las personas las zonas especializadas en el lenguaje verbal se encuentran en el hemisferio izquierdo. Por lo tanto, una lesión en dichas áreas pueden provocar síntomas de afasia. Estos últimos dependerán de la localización y tamaño de la lesión, así como de la capacidad de cada cerebro para adaptarse a los cambios, lo que llamamos plasticidad neuronal.
Diferentes causas pueden dar lugar a que una persona presente afasia: el ictus (que es la causa mas frecuente), un traumatismo craneoencefálico, una infección cerebral o un tumor cerebral, entre otras. También las demencias pueden desarrollar afasia en distintos momentos evolutivos.
Actualmente los pacientes con afasia deben realizar tratamiento logopédico.
Las Afasias y su clasificación:
En función de la localización de la lesión o lesiones cerebrales, las afasias pueden manifestarse de diferentes formas:
- Afasia motora (Broca): Se caracteriza por la dificultad o imposibilidad para articular palabras (afasia no fluida). Muchas veces se acompaña de alteraciones en la denominación, lectura y escritura. La comprensión del lenguaje es casi normal.
- Afasia sensorial (Wernicke): Se caracteriza por un déficit de la comprensión. El habla es fluida pero carente de sentido (puede llegar a ser totalmente ininteligible)
- Afasia global: el paciente presenta tanto alteración de la expresión, como de la comprensión (podemos hablar de que es una «suma» de las dos anteriores). Muchas de ellas evolucionan hacia una afasia de predominio motor.
Afasia de conducción: presenta mayor fluidez del habla que las afasias motoras pero menos que las sensoriales. La comprensión suele estar fundamentalmente preservada.
- Afasia transcorticales: Se trata de afasias en las que estás preservada la repetición. Las hay de predomino motor, sensorial, o mixtas.
- Afasia anómica: Presenta una expresión fluida y una compresión bastante conservada, pero dificultades para la denominación. Puede ser el resultado residual de otras afasias con buena evolución.
La estimulación magnética transcraneal (EMT):
Según el principio clásico de Faraday, si por una bobina circula una corriente eléctrica, se produce un campo magnético perpendicular a la misma. Es te campo magnético, a su vez, puede inducir de nuevo una corriente eléctrica. Ésta es la base de funcionamiento de la EMT, cuyos primeros estudios se desarrollaron en la década de los ochenta, con aplicaciones en el campo de los estudios neurofisológicos.
Posteriormente se observó que si se realizan estímulos de forma repetida (EMTr), se pueden producir cambios en la excitabilidad de la corteza cerebral y, como consecuencia de ello, cambios neurológicos que se extienden más allá del tempo que dura la estimulación. Estos cambios dependen de diferentes factores como la intensidad de estimulación, su frecuencia y la orientación y el tipo de bobina.
La EMTr es una técnica segura siempre que e sigan las guías de seguridad. Algunos pacientes pueden referir molestias leves y pasajeras a nivel cefálico o cervical. El riesgo de crisis epilépticas durante la estimulación es muy bajo y no se ha visto que la EMT incremente el riesgo de padecer o inducir crisis una vez terminado el estímulo.
Por precaución no se realiza EMTr en pacientes con dispositivos metálicos intracraneales (por ejemplo las válvulas de derivación), ni con dispositivos electrónicos corporales. Tampoco se realiza el tratamiento en pacientes que presenten una epilepsia no controlada.
¿Por qué puede ser útil la estimulación magnética transcraneal en el tratamiento de la afasia?
Tras una lesión cerebral, y desde la fase aguda, se producen cambios adaptativos en las redes nerviosas no completamente dañadas. A ello nos referimos cuando se habla de la plasticidad neuronal. Esta plasticidad depende de factores genéticos, pero también depende de los diferentes patrones de conexión que hemos desarrollado durante nuestra vida o que podamos aprender en un futuro. No obstante, estos fenómenos no son siempre positivos para la funcionalidad de una persona con daño cerebral, también existen los que se han denominado «cambios maladaptativos». Con la rehabilitación se intenta orientar esta adaptación hacia objetivos que sean funcionales para el paciente, pero solo recientemente se están empezando a conocer los mecanismos de los fenómenos plásticos.
En nuestro cerebro existe un equilibrio entre los dos hemisferios cerebrales, conectados entre sí, entre otras redes, por vías inhibitorias que viajan por el cuerpo calloso y que modular la actividad de dichos hemisferios. Tras una lesión que afecta principalmente a uno de los hemisferios, este equilibrio se rompe. En muchos casos se produce un aumento de la «actividad» del hemisferio sano. Esto, que puede significar que el lado sano, en cierta manera, está «compasando» la disminución de la actividad del lado enfermo, también puede suponer un aumento de la inhibición que proviene de ese hemisferio menos afectado hacia el más dañado.
Con la EMTr podemos aumentar e inhibir la excitabilidad de la corteza cerebral. El poder reducir la inhibición que proviene del hemisferio contralateral, o aumentar la excitabilidad de zonas indemnes cerca de la lesión, es de utilidad para mejorar la rehabilitación funcional de las afasias, entre otras alteraciones. Así, con bajas frecuencias conseguimos inhibir la zona de estimulación y con altas frecuencias aumentar la excitabilidad. Si, a su vez, aprovechando la ventana que nos abre la estimulación, introducimos un tratamiento logopédico intensivo, los resultados pueden ser más satisfactorios.
La EMT ha demostrado ya su utilidad para el tratamiento rehabilitador de diferentes procesos y en este momento existen diferentes investigaciones en marcha que pueden ampliar su uso. Uno de los objetivos de Neuroekin es incorporar esta técnica en aquellos procesos en los que se haya demostrado su utilidad.
Así, entre otros campos en los que se puede tener un uso terapéutico potencial, encontramos:
- Depresión
- Rehabilitación de la extremidad superior tras un daño cerebral
- Espasticidad y tratamiento de la marcha tras una lesión cerebral o medular
- Autismo
- Acúfenos
- Dolor neuropático
- Parkinson
- Distonía focal.