En el tratamiento de las alteraciones del lenguaje, y sobre todo de las afasias, han ido adquiriendo cada vez mayor importancia los aspectos psicológicos, sociales e individuales. La tarea del terapeuta del lenguaje debe comenzar por acompañar al paciente en su pérdida de capacidad de comunicación e intentar establecer un sistema de comunicación eficaz que permita una capacidad de transmisión de las necesidades primordiales y ayude a evitar la frustración personal que lleva el no ser capaz de comunicarse, y posteriormente mostrarle cómo recuperar el acceso al discurso lingüístico apoyándose en todos los aspectos necesarios.
Van a ser muy importantes aspectos emocionales y de motivación, sobre todo en una parte de la sintomatología del daño cerebral en que la recuperación es muy lenta, muchas veces casi imperceptible para el paciente, lo cual le puede llevar a la desesperación. Como comenta el
Prof R. Teasell, la depresión es uno de los grandes enemigos en la recuperación del ictus, y muchas veces nos olvidamos de preguntar por ella sobre todo en los pacientes con alteraciones de la comunicación.
Se han propuesto diversos enfoques en el tratamiento de la afasia que no son mutuamente excluyentes y pueden ser utilizados en el mismo paciente:
a. Escuelas orientadas al lenguaje, las más comúnmente utilizadas, basadas en baterías de lenguaje como el Test de Boston y que utilizan múltiples vías de estimulación b. Escuelas pragmáticas/funcionales/sociales que se basan en la búsqueda de estrategias compensatorios c. Escuelas de neuropsicología cognitiva que utilizan modelos de procesamiento de la
información proporcionando un acercamiento más racional al tratamiento.
Los tratamientos de logopedia deben enfocarse desde diversos aspectos:
1. Rehabilitación de la expresión verbal. Débito o tasa de emisión tanto por reducción (con pérdida de incitación verbal y dificultad para expresar un proceso mental indemne, típicas de la afasia de Broca), como por exceso en la jergafasia (o jerga logorreica llena de parafasias y neologismos típica de la afasia sensitiva de Wernicke). Trastornos fonéticos como alteraciones de la ejecución articulatoria en el síndrome de desintegración fonética, que puede llegar hasta la anartria y fonológicos (sustituciones, omisiones, desplazamiento de fonemas sin dificultad en la articulación de los mismos).
Alteraciones lexicales con la anomia, el uso de términos de predilección, los
neologismos, las sustituciones, las parafasias. Alteraciones sintácticas como agramatismo más típico de las afasias motoras (simplificación sintáctica, supresión de monemas gramaticales), la disintaxis o paragramatismo más habituales en las afasias sensitivas (transgresiones sintácticas impredecibles).
2. Rehabilitación de la comprensión.
Verbal, al fallar el análisis auditivo de lo oído, llegando a la sordera verbal que puede hacer inútil cualquier tratamiento. Comprensión oral, alteración de la capacidad de aprender el significado de las palabras estando preservado el nivel acústico discriminativo. Retención de la información auditiva típica de la afasia de conducción. Falta de atención y de la actitud fabulatoria en la que se producen conjeturas en función del estado emocional del paciente con nulas posibilidades de corresponder al mensaje oído.
3. Rehabilitación de la articulación
La disartria aparece por la alteración en el control muscular de los
mecanismos del habla. Comprende disfunciones respiratorias, fonatorias, de resonancia, articulación y prosodia
4. Rehabilitación de la deglución
Implica complicaciones respiratorias y nutricionales. Se utilizarán las pruebas de textura y las maniobras exploratorias adecuadas (fibroendoscopia,
videofluoroscopia) para un correcto diagnóstico que posteriormente permita
orientar el tratamiento con técnicas posturales, maniobras supraglóticas, praxias, en función de los problemas detectados.
Entre las herramientas en que puede apoyarse la logopedia, no debemos olvidar la utilización de los sistemas alternativos y aumentativos de comunicación. Estos sistemas incluyen una amplia gama de sistemas de signos que se pueden adaptar a las necesidades particulares de cada usuario y su entorno. Pueden ser con o sin ayuda técnica.
Las ayudas técnicas están basadas en sistemas de signos gráficos, en pictogramas y logogramas, que pueden dar un vocabulario más o menos amplio, dependiendo de la capacidad del individuo para la utilización del mismo, si bien cuanto más se complique el sistema más lenta será la comunicación.
Los sistemas técnicos de comunicación están cada vez más al alcance de todos debido a la universalización de las tecnologías de la comunicación con el uso de teléfonos móviles, tabletas y ordenadores portátiles, dotados de programas de digitalización de voz.
Existen también ayudas técnicas «prefabricadas» como los tableros de comunicación, electrónicos o no, que quizás sean las más utilizadas por su sencillez y perdurabilidad.
Otro aspecto importante es el desarrollo de los sistemas de indicación para poder utilizar con las manos o los pies para señalar en los tableros o pulsar las teclas de los sistemas de comunicación. Se han desarrollado desde punteros licornios para la cabeza hasta indicadores luminosos y sistemas de videocámaras que reconocen el movimiento de los ojos de los individuos.
En Neuroekin, contamos con una Logopeda (Ángela Fernández de Corres) con unos 20 años de experiencia profesional en la rehabilitación de pacientes con trastornos neurológicos. Es master en disfagia y aplica las últimas tecnologías en sistemas de comunicación alternativos.
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About Dra. Begoña Belarrinaga Ojanguren
Licenciada en Medicina por la UPV, realizó estudios previos de Licenciatura en Psicología por la U. de Deusto, completando un Máster de Psicología Clínica en el Hospital Aita Menni, donde tuvo la oportunidad de trabajar por primera vez con pacientes con daño cerebral adquirido.
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